Festival de Música d'Estiu de Ciutadella

Desde el año 1973, el Festival de Música d’Estiu de Ciutadella se ha consolidado como una cita imprescindible del calendario cultural menorquín, convirtiéndose en un referente dentro del ámbito de la música clásica tanto en las Islas Baleares como a nivel estatal. Organizado por Joventuts Musicals de Ciutadella, el festival ha sabido mantener a lo largo de las décadas una propuesta artística de gran calidad, combinando la presencia de figuras destacadas del panorama musical con el firme apoyo a jóvenes talentos y artistas locales.

Con una clara vocación de servicio público y cultural, el festival entiende la música como un lenguaje universal capaz de tejer vínculos, estimular el pensamiento y reforzar la identidad colectiva. Por eso, año tras año, la organización trabaja para ofrecer una programación que no solo tenga relevancia artística, sino que también sea inclusiva, formativa y transformadora.

Uno de los escenarios más emblemáticos del festival es el Claustro del Seminario de Ciutadella, un espacio de gran belleza y valor patrimonial que se transforma cada verano en un punto de encuentro entre intérpretes y público. Este entorno único contribuye a hacer de cada concierto una experiencia íntima y memorable.

Además de la oferta musical, el festival se ha ido abriendo con el tiempo a nuevos formatos y propuestas que favorecen la reflexión, el diálogo y el compromiso cultural, siempre con especial atención al papel de la cultura como herramienta de cohesión social, participación ciudadana y acceso democrático al conocimiento.

El festival es también un ejemplo vivo del valor del voluntariado y del asociacionismo cultural. Gracias a la dedicación desinteresada de muchas personas, ha sido posible sostener una actividad regular y exigente durante más de medio siglo, superando los cambios sociales, económicos y culturales del contexto actual.

Hoy, el Festival de Música d’Estiu de Ciutadella sigue siendo una expresión vibrante de la pasión por la música, del compromiso con el territorio y de la voluntad de construir una sociedad más abierta, sensible y conectada a través del arte.